Pi Network y SidraBank construyen un sistema financiero sin intereses

Pi Network fue lanzada en 2019 por graduados de Stanford con el objetivo de abrir el acceso a las criptomonedas a todas las personas. Para minar los tokens Pi no es necesario contar con ordenadores potentes: basta con un teléfono móvil y la aplicación de Pi. En septiembre de 2025, Pi Network superaba los 50 millones de usuarios, aunque el proyecto aún no ha alcanzado la fase de pruebas. El equipo trabaja en la introducción de la mainnet, prevista para 2026, periodo en el que también experimenta con contratos inteligentes y sistemas de transacciones.

Fusión de SidraBank y Pi Network

SidraBank, un banco islámico descentralizado, presume de ser el primero de su tipo en el mundo. Su sistema cumple con la ley islámica, en particular con la prohibición del cobro de intereses. En agosto de 2025, Pi Network firmó un acuerdo con SidraBank para integrar ambos sistemas. La entidad experimenta con los Sidra Coins y los Pi coins, orientándose a intercambios rápidos, respaldados por activos y libres de intereses.

De cara a 2028, esta alianza aspira a acceder al mercado de las finanzas islámicas, valorado en 7,5 billones de dólares, como alternativa a la banca convencional que opera con intereses.

Uno de los pilares de esta visión es la Pi Nexus Autonomous Banking Network, un proyecto basado en blockchain e inteligencia artificial. La idea es sencilla: la IA supervisaría transacciones y recursos, reduciendo así la dependencia de la mano de obra humana. Se trata de pruebas iniciales, ambiciosas pero todavía inmaduras, desarrolladas de manera abierta a través de GitHub. El objetivo final es operar sin necesidad de grandes bancos y dar más poder a los usuarios individuales. Sin embargo, los expertos mantienen la cautela: el sistema aún no incorpora soporte para la computación cuántica.

Retos por delante

La aplicación (versión 1.28) de Pi Network incorpora nuevas funciones de staking y una vista previa de la interfaz Nexus. Los usuarios pueden ver así los avances hacia un sistema bancario autónomo.

La comunidad, no obstante, muestra sentimientos encontrados: algunos mantienen el optimismo, mientras que otros dudan de las posibilidades de éxito del proyecto al considerar que aún es demasiado pronto para sacar conclusiones.