La capitulación de los mineros de Bitcoin vuelve a escena a medida que el ciclo de cuatro años alcanza su punto de presión

Crypto Rover pone el foco en un momento estructural recurrente en la historia de Bitcoin. Los mineros vuelven a enfrentarse a una fuerte presión en la recta final del ciclo de cuatro años. El aumento de la dificultad, la reducción de las recompensas por bloque tras el halving de 2024 y un fuerte retroceso del BTC se combinan para estrechar los márgenes. Esta fase replica finales de ciclos anteriores, cuando los mineros más débiles capitularon bajo tensión financiera mientras los operadores más sólidos consolidaban cuota de mercado.

Las caídas de precio y los ingresos por hash intensifican la presión

Bitcoin cayó recientemente alrededor de un 35% desde el máximo de octubre, cerca de los 126.000 dólares, hasta la franja baja de los 80.000 dólares. Ese descenso golpeó de forma directa los ingresos de los mineros de BTC. El precio del hash se redujo cerca de un 35%, empujando a muchas operaciones a territorio no rentable. Para sobrevivir, los mineros venden reservas, apagan equipos ineficientes o salen por completo del mercado. Esta venta forzada suele amplificar la presión bajista a corto plazo, pero elimina el exceso de apalancamiento del ecosistema minero.

Los principales indicadores de BTC confirman condiciones de capitulación. El Puell Multiple ha caído a zonas históricamente deprimidas que en el pasado marcaron el agotamiento de los mineros. El crecimiento del hashrate se desaceleró a medida que los actores marginales desconectaron máquinas. Los ajustes de dificultad reflejan estrés, no expansión. Históricamente, estas señales aparecen cerca de los suelos del ciclo, no en los techos. Sugieren que los mineros soportan el máximo dolor mientras los holders de largo plazo acumulan en silencio.

La historia muestra que la capitulación suele preceder a la recuperación

Los ciclos anteriores siguieron un guion similar. En 2012, 2016 y 2020, la capitulación de los mineros apareció cerca del final de cada ritmo de cuatro años. En todos los casos, precedió a fuertes recuperaciones del BTC en cuestión de meses. Una vez salen los mineros ineficientes, la presión vendedora se diluye. La salud de la red mejora a medida que dominan los operadores más fuertes. Bitcoin recupera entonces el impulso cuando se relaja la presión de oferta y vuelve la demanda.

Las condiciones macro deciden la velocidad del rebote

La capitulación por sí sola no garantiza un repunte inmediato. La liquidez, los tipos de interés y el apetito por el riesgo siguen siendo determinantes. Unas condiciones financieras restrictivas pueden retrasar las recuperaciones incluso cuando mejoran las señales on-chain. Aun así, la capitulación de los mineros refuerza la base estructural de Bitcoin. Reajusta los costes del BTC, elimina manos débiles y, históricamente, sienta las bases para la siguiente fase de expansión cuando los vientos macro se vuelven favorables.