El fundador de Cardano elogia a Ripple y a la comunidad de XRP

Charles Hoskinson, fundador de Cardano, ha acaparado titulares con sus elogios hacia Ripple, calificando a la empresa como un “caballo de batalla” del sector y destacando la resiliencia de la comunidad de XRP. Las declaraciones, publicadas por Cryptopolitan el 19 de septiembre de 2025, representan uno de los pocos gestos de apoyo mutuo entre dos proyectos que suelen percibirse como competidores.

El cambio de postura de Hoskinson

La relación de Hoskinson con Ripple no siempre ha sido cordial. Mientras Cardano se ha centrado en los contratos inteligentes y la investigación académica, Ripple ha desarrollado XRP como una solución preferente para pagos transfronterizos. Ahora, Hoskinson parece dejar de lado viejas diferencias para reconocer la contribución de Ripple y elogiar a su comunidad. Señaló que las antiguas rencillas deberían quedar en el pasado y propuso que el sector cripto una fuerzas para hacer frente a los crecientes obstáculos regulatorios.

La larga batalla legal de Ripple

Ripple mantiene desde hace años un litigio con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), que acusa a la compañía de vender XRP como un valor no registrado. Pese a ello, Ripple y sus partidarios han mantenido vivo el proyecto, con XRP entre las principales criptomonedas por capitalización de mercado. La comunidad de XRP ha sido especialmente activa en la defensa del token, presentando su causa como una lucha que va más allá de la empresa y que afecta a toda la industria. Las declaraciones recientes de Hoskinson reconocen que esa persistencia convierte a Ripple no en un rival, sino en un actor clave para el futuro del sector cripto.

¿Por qué el giro ahora?

El año 2025 está marcado por una intensificación de la regulación del mercado cripto a nivel global. La tendencia hacia un mayor control de los activos digitales avanza en múltiples países, y proyectos de gran envergadura como Cardano y Ripple no escapan a esa incertidumbre. Probablemente, Hoskinson busca reflejar una nueva conciencia de que la solidaridad resulta más importante que la rivalidad. También puede interpretarse como un mensaje estratégico hacia los responsables políticos: la industria ha alcanzado un grado de madurez suficiente como para colaborar en objetivos comunes.